En mi mente se produce un gesto espontaneo, lo veo con nitidez, ¡ESTO ES! … Intuyo que puede funcionar.
Seguramente después de ver mil referencias y hacer muchas aproximaciones a un posible diseño llega en forma de imagen la traducción física de lo que hasta el momento había sido sólo una sensación o una intuición.
Creo firmemente en la elocuencia de los espacios vacíos, llego a oir la voz de las paredes, obtengo el permiso para modificar y mejorar su esencia… ¡es tan sutil!. El gesto mental debe convertirse en un gesto material con tanta fluidez que el resultado parezca una evidencia. Trabajo desde la lógica, extraña a veces, de la percepción sensorial, sólo hay que mirar de forma distinta, y en un click todo encaja.
Este es el primer paso a partir del cual los matices estéticos permitirán una personalización adecuada a los gustos del usuario. El proceso resulta muy estimulante, me induce a hacer conexiones y fomentar relaciones espacio personales muy duraderas. Lo que antes no existía parece que siempre estuvo allí, es bien acogido, queda integrado, transmite el confort la estética y la funcionalidad perfectas.
La mente creativa pasa de un ……Esto podría ser así… a un…. ¡Esto es así!, con tal convicción, que no ve otra vía de desarrollo más adecuada. El proceso de autoconvencimiento en el diseño creado se lleva a cabo siguiendo un guión escrito en ninguna parte. La sensación de seguridad en lo imaginado es tan completa que se transmite como un alegato definitivo y tranquilo de pertenencia al espacio contenedor.
Confiar en la capacidad de imaginar hace que acometer trabajos complejos resulte estimulante y sorprendente, hace que los problemas encuentren sus propias soluciones, que las dificultades de ejecución vayan solventandose de forma fluida, hace que se agudicen los sentidos hasta pulir la idea original en algo inesperado que encaja con exactitud.
Despojarse de cualquier argumento preconcebido, mirar en profundidad y esperar el momento del nacimiento de la idea se repite en cada nuevo proyecto.
La magia creadora producto de experiencias, conocimiento, estímulos, sensaciónes, esfuerzos , conexiones pensamientos y sobre todo un dejarse llevar convierten el diseño en un encuentro con uno mismo