Vestida de rojo Valentino y envuelta en el mejor perfume, me siento especial, mi pelo vuela con el aire templado de la tarde y me brillan los ojos, me veo como una estrella de cine a punto de subir a por su premio…
Aunque el hábito no hace al monje, ayuda. Los estímulos de belleza sobre nosotros mismos manejan la forma en la que nos percibimos. Sin ser plenamente conscientes de cómo nos afecta el color, las texturas, la esencia, el sabor, la música o una sutil vibración en el ambiente, nos dejamos llevar y disfrutamos de sensaciones agradables que estimulan y elevan nuestra energía.
Del mismo modo, el entorno se hace patente ante los sentidos.
Se establece una comunicación sutil con todo lo que hay alrededor, intuimos el espacio que nos circunda, lo disfrutamos, lo rechazamos, estamos a gusto o nos entran ganas de salir corriendo.La forma en la que dejamos que nos penetren las sensaciones aporta la información sensorial exacta al cerebro para que éste componga nuestra propia imágen del mundo exterior.
He llegado a la fiesta.
La generosidad del espacio me hace sentir importante, la luz cálida que traducen los cristales de murano suspendidos del techo resaltan cada rincón del vestíbulo. Me llega el aroma del las varas de liliums recien abiertos, es tan perfecto que necesito cerrar los ojos para percibir todos los matices, cuando miro alrededor el tono marfil que viste las paredes dulcifica el marmol arabescato que en su nerviosismo de lineas se deja pisar.
Comienza a sonar el piano al fondo con una melodía suave que me pone la piel de gallina, la música hace que el espacio que me rodea vibre por completo aumentando las sensaciones de elegancia y sencillez.
Ser consciente de cómo influye nuestro entorno sobre las emociones que sentimos y cómo puede modificar nuestro estado de ánimo es básico para entender la importancia que puede llegar a tener el trabajo de un arquitecto, un interiorista, un paisajista, un galerista, un director de cine etc.
Ser capaz de generar a través del espacio la sensación exacta que se ajuste a nuestra forma de ser para que se produzca una relación de equilibrio, convierte mi profesión en un reto maravilloso que va cambiando con cada proyecto.
Percibirnos y percibir alrededor.