Acabo de leer que el upcycling va a marcar lo que está predestinado a gustarnos. De nuevo lo que“tiene que ser”, impuesto desde fuera.
Siempre he ido un poco por libre y aunque me he mantenido muy informada de tendencias y lineas de diseño he llegado a la conclusión de que el INTERIORISMO INDUCIDO tiene un recorrido muy corto. Lógicamente la vida frenética requiere. de cambios constantes y superficiales para mantener distraidos los pensamientos.
Respeto profundamente el esfuerzo de miles de mentes creativas ideando espacios al son de la música que toca, con las últimas tendencias en mobiliario, la tecnología más avanzada o los colores de moda; sin embargo cuando me detengo a mirar y analizar esos trabajos, trato de pensar qué ha pasado a nivel más profundo, cuál habrá sido la intención, el argumento, el hilo conductor o la motivación del diseñador para disfrazar la realidad espacial con tal o cual modelito.
Veo cada vez más sofisticación, más ingredientes, más desconexión y más hacer oidos sordos a todo lo que en lugar de SER es LO QUE TIENE QUE GUSTAR en este momento. De nuevo el ritmo marcado por miles de “me gusta” sin criterio propio.
Ser innovador a nivel de dejar una impronta emocional aunque sea efímera no es tan sencillo como gastar en hacer malabarismos para dar coherencia a todo lo último, lo más, lo moderno en un único ambiente. Realmente ¿CABE TODO?. Empiezo a ver el síndrome de árbol de Navidad en muchos interiores, un horror vacui del siglo XXI que esconde y esconde las formas muchas veces de por sí perfectas del espacio. Tener que acostumbrar la vista a algo que nos produce rechazo sólo porque es trending topic, y encima tratar de seguir la estela,sinceramente es muy duro.
Quiero pensar que detrás de esta primera linea fugaz, cambiante y despersonalizada hay un horizonte más estable y equilibrado en el que la coherencia sin importar la tendencia es lo que lleva la voz cantante en un trabajo de diseño. Educarnos la vista con una venda en los ojos no es la dirección adecuada, siempre necesitaremos a alguien que nos diga qué comprar para estar a la última. Se que hay personas a quienes les gusta mirar más allá y ser honestos con su forma de conocer apreciar y mostrar la verdadera esencia de lo estético.
Al final optar por un camino sin guión prestablecido es el camino que me apetece para proyectar.