¿ LA CASA IDEAL?…..¿ QUIÉN ERES?

10 enero , 2021

Inevitablemente cuando pensamos cómo nos
gustaría vivir siempre acudimos a referencias conocidas.
Siempre estamos mirando y mirándonos fuera.
Tratamos de rodearnos de mobiliario y objetos atractivos que rellenen el espacio sin más y pretendemos así sentirnos a gusto en casa. Por desconocimiento, además, buscamos resultados estéticos que puedan generar una aparente sensación de equilibrio y creemos que el camino más rápido es mirar lo que hacen otros desde su propio criterio.

Partiendo de esta actitud, que es de lo más habitual, tratamos
de suplir nuestras carencias de conocimiento interior y entendemos nuestros hogares como contenedores estáticos que permanecen impasibles para albergarnos dentro SIN MÁS INTERACCIÓN QUE LA DE ESTAR. Olvidamos cada día que los momentos de quedarnos en casa sintiéndonos bien deberían tener la prioridad sobre el “estar rodeados de cosas”.

La relación con nuestros hogares debe ser fluida, interesante y comunicativa, deberíamos poder prolongar la esencia que somos fuera de nuestro cuerpo y ser nuestras casas una continuación de nosotros mismos. Necesitamos relaciones más íntimas y calmadas con el espacio en el que desarrollamos nuestra vida.

Hay una atmósfera que por intangible e invisible es inapreciable a la mayoría de las sensibilidades, una conexión emocional con la realidad que nos rodea y que parte la relación que tenemos con nosotros mismos y con las personas que viven a nuestro lado.

Entender eso nos conduce a establecer un vínculo de armonía espacio-personal que marca el camino de muestro hogar como un reflejo de lo que somos en cada momento.

Debemos ser conscientes de nuestra propia evolución personal y dejar que el hogar nos acompañe en cada etapa ajustandose a nuestras transformaciones con total naturalidad.

No somos iguales durante toda la vida pero nuestras casas aguantan impertérritas y estáticas al margen de los cambios que atravesamos a lo largo de los años.

ESTAR PREPARADOS PARA EVOLUCIONAR CON NUESTROS HOGARES Y SER CONSCIENTES DE ELLO es mostrarnos coherentes con la postura sincera de nuestra propia esencia.

Grava Crujiente

29 agosto , 2020

Automáticamente puedo sentir el sonido de la grava crujir bajo mis pies sin tener que pisarla.

Crear sensaciones reales a partir de la imagen mental que genera un estímulo espontáneo es una capacidad que cualquiera puede desarrollar.

Interactuamos con el mundo que nos rodea de forma tan superficial que a menudo no oímos, no vemos, no percibimos lo que hay alrededor. Dejamos que las cosas sólo nos rocen y se acerquen lo justo para saber que están ahí. No suelen llegar dentro y … se olvidan pronto.

Conceptos tan abstractos como el tiempo o el espacio son susceptibles de modificarse en nuestro mundo tangible, si dejamos que suceda.

Necesitamos entrar en conexión con nosotros mismos de forma fluida y sencilla, sin grandes meditaciones o elaborados rituales de relajación.  Puede que sólo haya que cerrar los ojos y tratar de diferenciar los sonidos cercanos; puede que tocar a alguien o algo sin dejar un resquicio al aire sea suficiente para experimentar el comienzo de estar en nosotros.

Cuando ver desde el interior se convierte en un hábito  -muy útil por cierto-, sólo hay que dejarse estimular para disfrutar vivencias incluso más potentes  que la realidad misma. Este ejercicio de estar cada vez más presentes es básico para crecer personalmente y acometer cambios en nuestro entorno.

Lo objetivamente correcto y estéticamente aceptable, al menos para mí, hoy día, no es suficiente. Ya no me conformo con que todo funcione, que los colores y materiales estén bien combinados. Los espacios que habitamos deben convertirse en el bálsamo que complete nuestra forma de entender la vida.Sin embargo llegar a conseguir un resultado capaz de transmitir sensaciones puede resultar algo complicado sin antes no lo has vivido en tu mente. La creación sensorial marca las pautas de un trabajdo redondo.

Visualizar es el primer paso para dar comienzo al proceso que nos permite crear escelentes alternativas reales de diseño. Lo siguiente es encontrar la manera de transmitir esas sensaciones a sensibilidades poco receptivas, ya que supuestamente nadie sabe mejor que uno mismo lo que le gusta percibir;
pero… ¿y sí hay alguien capaz de percibirte a ti y ajustar tu entorno a tu forma de ser?. Ahí me veo yo cada día, traduciendo sensaciones para ajustarlas a diseños que se comunican cuando son vividos.

Hoy sin salir de casa he pisado la grava crujiente que describía Bernardine Evaristo en su novela «Niña, mujer, otras».

Percibirnos y percibir alrededor

3 diciembre , 2019

Vestida de rojo Valentino y envuelta en el mejor perfume, me siento especial, mi pelo vuela con el aire templado de la tarde y me brillan los ojos, me veo como una estrella de cine a punto de subir a por su premio…

Aunque el hábito no hace al monje, ayuda. Los estímulos de belleza sobre nosotros mismos manejan la forma en la que nos percibimos. Sin ser plenamente conscientes de cómo nos afecta el color, las texturas, la esencia, el sabor, la música o una sutil vibración en el ambiente, nos dejamos llevar y disfrutamos de sensaciones agradables que estimulan y elevan nuestra energía.

Del mismo modo, el entorno se hace patente ante los sentidos.

Se establece una comunicación sutil con todo lo que hay alrededor, intuimos el espacio que nos circunda, lo disfrutamos, lo rechazamos, estamos a gusto o nos entran ganas de salir corriendo.La forma en la que dejamos que nos penetren las sensaciones aporta la información sensorial exacta al cerebro para que éste componga nuestra propia imágen del mundo exterior.

He llegado a la fiesta.

La generosidad del espacio me hace sentir importante, la luz cálida que traducen los cristales de murano suspendidos del techo resaltan cada rincón del vestíbulo. Me llega el aroma del las varas de liliums recien abiertos, es tan perfecto que necesito cerrar los ojos para percibir todos los matices, cuando miro alrededor el tono marfil que  viste las paredes dulcifica el marmol arabescato que en su nerviosismo de lineas se deja pisar.

Comienza a sonar el piano al fondo con una melodía suave que me pone la piel de gallina, la música hace que el espacio que me rodea vibre por completo aumentando las sensaciones de elegancia y sencillez.

Ser consciente de cómo influye nuestro entorno sobre las emociones que sentimos y cómo puede modificar nuestro estado de ánimo es básico para entender la importancia que puede llegar a tener el trabajo de un arquitecto, un interiorista, un paisajista, un galerista, un director de cine etc.

Ser capaz de generar a través del espacio la sensación exacta que se ajuste a nuestra forma de ser para que se produzca una relación de equilibrio, convierte mi profesión en un reto maravilloso que va cambiando con cada proyecto.

Percibirnos y percibir alrededor.

Gesto mental – Gesto material

23 noviembre , 2019

En mi mente se produce un gesto espontaneo, lo veo con nitidez, ¡ESTO ES! … Intuyo que puede funcionar.

Seguramente después de ver mil referencias y hacer muchas aproximaciones a un posible diseño llega en forma de imagen la traducción física de lo que hasta el momento había sido sólo una sensación o una intuición.

Creo firmemente en la elocuencia de los espacios vacíos, llego a oir la voz de las paredes, obtengo el permiso para modificar y mejorar su esencia… ¡es tan sutil!. El gesto mental debe convertirse en un gesto material con tanta fluidez que el resultado parezca una evidencia. Trabajo desde la lógica, extraña a veces, de la percepción sensorial, sólo hay que mirar de forma distinta, y en un click todo encaja.

Este es el primer paso a partir del cual los matices estéticos permitirán una personalización adecuada a los gustos del usuario. El proceso resulta muy estimulante, me induce a hacer conexiones y fomentar relaciones espacio personales muy duraderas. Lo que antes no existía parece que siempre estuvo allí, es bien acogido, queda integrado, transmite el confort la estética y la funcionalidad perfectas.

La mente creativa pasa de un ……Esto podría ser así… a un…. ¡Esto es así!, con tal convicción, que no ve otra vía de desarrollo más adecuada. El proceso de autoconvencimiento en el diseño creado se lleva a cabo siguiendo un guión escrito en ninguna parte. La sensación de seguridad en lo imaginado es tan completa que se transmite como un alegato definitivo y tranquilo de pertenencia al espacio contenedor.

Confiar en la capacidad de imaginar hace que acometer trabajos complejos resulte estimulante y sorprendente, hace que los problemas encuentren sus propias soluciones, que las dificultades de ejecución vayan solventandose de forma fluida, hace que se agudicen los sentidos hasta pulir la idea original en algo inesperado que encaja con exactitud.

Despojarse de cualquier argumento preconcebido, mirar en profundidad y esperar el momento del nacimiento de la idea se repite en cada nuevo proyecto.
La magia creadora producto de experiencias, conocimiento, estímulos, sensaciónes, esfuerzos , conexiones pensamientos y sobre todo un dejarse llevar convierten el diseño en un encuentro con uno mismo