Siempre hay atmósferas que nos llaman. Espacios en los que es más fácil respirar. El simple hecho de estar presentes allí ya es estar en paz.
Seguramente las sensaciones agradables que llegan a nuestros sentidos vienen de la conexión inconsciente con un entorno afín a nuestra forma de percibir el mundo.
Poner la atención ( que no los ojos) en cosas tan sutiles como la luz, la orientación, la temperatura, el color, los materiales o lastexturas que están presentes a diario en nuestra vida es estar más cerca del bienestar. Seguramente necesitemos un cambio de ritmo para entendernos en nuestras circunstancias cotidianas, quizás salir de los parámetros vitales agotadores y coger aire para preguntarnos si estamos bien así sea un comienzo.
Desde la visión en la que cuidarse es procurarse entornos favorables al propio esquema vital podemos empezar a entender qué es mejorar el camino. Muchos son los que aún necesitan descubrirse y encontrar la dirección que los oriente hacia la verdadera esencia de las cosas.
Procurarse espacios amables y en conexión en los que poder ir evolucionando son tan necesarios como ejercitar el cuerpo cada día o disfrutar de la gente que queremos.
El momento es ahora, párate un instante y mira despacio…….muy despacio y permitete sentir que lo estás haciendo bien.